El desarrollo rápido de las tecnologías y los mercados obliga a las empresas y los empleados a renovarse constantemente. ¿Qué hacer para no sufrir y poder vivir tranquilamente esta necesidad permanente de adaptación? Encuentre nuestros 4 consejos para desarrollar su adaptabilidad.
Ante un cambio, a menudo nuestra primera reacción es poner en tela de juicio el cambio en sí mismo. Sin embargo, éste se ha convertido en una tendencia de las empresas y, en lugar de sufrir oponiéndose a él, el mejor medio para adaptarse es empezar por cuestionarse. Esto no significa renunciar a sus opiniones o permanecer pasivo frente a los acontecimientos. ¡Muy al contrario! Primero, significa aprender a conocerse uno mismo y lograr ver las cosas con perspectiva respecto a una situación. Significa aprender a entender mejor una situación, por qué nos cuesta adaptarnos a ella, y esto requiere gran entereza.
Para ayudarle a entender mejor el origen de un problema y su capacidad para adaptarse a él, existen muchos métodos que se pueden aplicar fácilmente al ámbito empresarial. Por ejemplo, piense en el método de los 5 porqués ampliamente utilizado por los responsables de calidad https://www.youtube.com/watch?v=XCIaORrUfwo
El cambio produce temor, ya que le hace salir de su zona de confort. Es probable e incluso normal que se sienta perdido/a e indefenso/a ante el cambio. Uno de los mejores medios para vencer este temor es el sentimiento de recuperar el control de la situación. Empiece a imaginar cómo puede trabajar de otro modo, luego, lo que puede cambiar a la situación. Esto le permitirá proyectarse gradualmente en el cambio y adoptar el comportamiento necesario. Este enfoque le permitirá adquirir progresivamente más adaptabilidad y disminuir el período de adaptación.
Adaptarse también significa equivocarse, coger el camino equivocado y aceptarlo. En nuestra sociedad, donde el movimiento se ha vuelto permanente, es fundamental aprender a equivocarse para recuperarse mejor. Acepte que algunas circunstancias no dependen de usted y aprenda a volver a levantarse permitiéndose el derecho a equivocarse. Déjese sorprender aceptando que no controla completamente su entorno, ni siquiera su destino, y adquirirá más adaptabilidad.
Adaptarse a los demás y al cambio de su entorno toma tiempo. Esto supone probar nuevas maneras de proceder. Como un deportista, repita su gesto e intercambie con sus colegas acerca de los nuevos procedimientos. Solicite feedbacks a quienes le rodean para detectar lo que funciona y lo que se debe mejorar. Esto le permitirá perfeccionarse y adoptar fácilmente los nuevos comportamientos.