Las ventajas del teletrabajo son muchas: aumento de la eficiencia en el trabajo, disminución del nivel de estrés, del impacto ambiental[1], etc. Sin embargo, el teletrabajo requiere seguir algunas buenas prácticas, ya que no se trabaja en casa como en la oficina. Estos son nuestros 3 consejos para trabajar a distancia correctamente.
El teletrabajo rápidamente puede volver poco nítida la línea entre la vida profesional y la personal. Es fundamental establecer límites en el tiempo y el espacio.
En efecto, teletrabajar a menudo significa trabajar en casa con, potencialmente, sus hijos y su cónyuge. Por lo tanto, se justifica que no estéis disponibles entre las 16 h y 17 h porque os encargáis de la merienda y las tareas. Si es el caso, informad a vuestro responsable o al equipo que no estaréis localizables en este intervalo y, en cambio, que lo estaréis más tarde o antes por la mañana.
En cualquier caso, fijad horarios o días de teletrabajo e informad sobre ellos para que todos estén al tanto de vuestras disponibilidades.
Buscad un escritorio o una mesa de trabajo en la casa para delimitar correctamente el espacio de trabajo. En efecto, si usáis el ordenador en el salón o el comedor, corréis el riesgo de trabajar a cualquier hora. Cuando el teletrabajo se prolonga en el tiempo, solicitad a vuestro responsable o a la empresa que os proporcione los medios necesarios para llevarlo a cabo (ordenador, herramientas de videoconferencia, seguro, etc.) y formalizad de manera contractual las condiciones del teletrabajo para evitar cualquier riesgo profesional (mediante acuerdo individual o colectivo).
Para evitar constantes interrupciones, también es importante establecer límites con vuestros allegados y hacerles entender que, si bien estáis en casa, estáis trabajando. En consecuencia, explicadles con calma y claridad que no queréis que os interrumpan.
A menudo, el teletrabajo brinda un sentimiento de libertad: no hay trayectos extenuantes, un ritmo impuesto por la empresa, una organización a medida, etc. Sin embargo, cuidado con aislarse. Intentad intercambiar con vuestros colegas dos veces al día como mínimo:
Cuando el teletrabajo está bien organizado, aumenta la productividad. Es un hecho cada vez más establecido. Según un sondeo del Observatorio francés del teletrabajo efectuado en 2012: el 77% de las personas encuestadas consideran que el teletrabajo aumenta su productividad. Otro estudio bastante famoso, que llevó a cabo en 2015 un profesor de Stanford en una agencia de viajes china de más de 16.000 empleados[2], permitió demostrar que el teletrabajo puede reducir las ausencias y aumentar la productividad de los empleados en un 13%. Sin embargo, para ello, es necesario saber administrar su tiempo de trabajo. Esto significa hacer pausas y planificar su trabajo.
Para gestionar mejor el tiempo y planificar el trabajo
Este método propone organizar el horario semanal destinando períodos a ciertas tareas planificables
Como expertos o directivos, por ejemplo, destinad 1 hora diariamente, entre las 16:30 h o 17:30 h, en la que estaréis disponibles para vuestros colegas e intercambiar, dar opiniones, efectuar mediaciones, etc.
[1]En 2015, Xerox calculó que el teletrabajo permitía a sus empleados circular 148 millones de kilómetros menos y reducir sus emisiones de carbono en 41.000 toneladas.
[2] Bloom, N., Liang, J., Roberts, J., & Ying, Z. J. (2015). Does working from home work? Evidence from a Chinese experiment. The Quarterly Journal of Economics, 130(1), 165-218.