La iniciativa empresarial es una actitud que va a impulsar a una persona a encontrar el valor, a utilizar los recursos a su disposición y su potencial, a poner en marcha los medios necesarios para culminar cualquier proyecto que se plantee (proyecto de empresa, proyecto en el seno de una empresa o proyecto vital).
El desafío tiene tanta importancia que la iniciativa empresarial está reconocida por la Unión Europea como una de las ocho competencias clave para la formación durante toda la vida.
¿Cuáles son las características de la iniciativa empresarial?
Un emprendedor es alguien que, ante una necesidad detectada, va a pasar a la acción para la ejecución de su proyecto. Tiene una visión clara y avanza. Su visión es su fuente de inspiración.
La iniciativa empresarial se caracteriza por una metodología dinámica. Se rige por una dinámica de creación y acción. Se mueve, es proactivo y se anticipa a los acontecimientos y encuentra soluciones antes de que surjan los problemas. Adopta iniciativas y se atreve, a pesar de los riesgos, los peligros y sus temores.
Emprender también significa tomar el control. Significa movilizar la energía y los recursos necesarios para dirigir e impulsar el o los proyectos que deseamos poner en marcha, sin buscar excusas para no actuar. Significa permitirse apostar por el futuro. La persona emprendedora tiene una voluntad de aceptar, ejercer y asumir su responsabilidad. Se toma la libertad de adoptar sus propias decisiones, de asumirlas y de no dejarse arrastrar por los demás.
El emprendedor tiene un objetivo de mejora permanente, posee capacidad para aprender, mejorar constantemente, actualizar regularmente sus conocimientos, sus competencias y sus creencias, cuestionarse con frecuencia, aprender de sus errores y poner en cuestión su realidad.
Un emprendedor persevera a pesar de los retos a los que debe enfrentarse.
Así, cultiva su agilidad y su resiliencia para ser capaz de adaptarse a los cambios, hacer frente a los peligros, a los desafíos y a los fracasos y continuar avanzando en pro de su visión.
«Solos avanzamos más rápido, pero en grupo llegamos más lejos.»
Uno de los reflejos de las personas emprendedoras es ver siempre las conexiones que puede generar, bien para su proyecto o bien para ayudar a los demás. Una persona emprendedora es un nexo de unión, pone a la gente en contacto, lo cual tendrá un impacto positivo sobre él y su empresa. Le gustan los desafíos.