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De acuerdo a un estudio de Jack Zenger y Joseph Folkman, basado en más de 50.000 evaluaciones en 360° (https://hbr.org/2014/04/what-a-players-do), la toma de iniciativas forma parte de las competencias que diferencian más a los participantes clave de los otros colaboradores. En efecto, las empresas que desean desarrollar una cultura empresarial (la implementación de una innovación por parte de un empleado de la empresa) buscan cada vez más esta capacidad de superar las expectativas y ofrecer nuevas soluciones. Estos son nuestros 4 consejos para fomentar su toma de iniciativas o la de los integrantes de su equipo.
Tomar iniciativas implica exponerse a riesgos. Significa hacer tareas que los demás no hacen sin que se lo pidan. Nunca es fácil, cualquiera sea su nivel jerárquico. La primera etapa para lograrlo es identificar los proyectos clave para su responsable, su equipo o su empresa. Tomar iniciativas es un acto individual, pero sus iniciativas nunca serán notadas, alentadas o fomentadas si no se insertan en un proyecto colectivo. Empiece por identificar los proyectos clave para los demás, antes de actuar individualmente.
La toma de iniciativas sigue el mismo proceso que la creatividad: intentar algo nuevo, someterlo a prueba, equivocarse, corregir sus errores, volver a probar, para lograrlo tras varios intentos. Este proceso iterativo sólo puede tener lugar si usted se desenvuelve en un marco de confianza que le permite el derecho a cometer errores. Como empleado, aprenda a conocer sus cualidades. Construya sobre estas, lo que reforzará su confianza identificando proyectos donde pueda aplicarlas. Como directivo, asegúrese de que las reglas del juego estén claras para el grupo. Procure crear un contexto y ambiente que favorezca la toma de iniciativas.
Podemos tomar iniciativas para todos los niveles de la empresa. Sin embargo, si usted no es integrante del comité de dirección, antes de empezar el proyecto estratégico de su empresa, pida a su responsable que intervenga en un asunto, un proyecto o una cita con un cliente. Luego, poco a poco, participe en asuntos más importantes. En cada proyecto, intercambie con su responsable, solicítele feedback y, poco a poco, le dará más autonomía. Además, hay que saber entregar sin esperar nada. Esto permite salir de su zona de confort. Si no lo logra, minimizará sus riesgos de defraudar las expectativas. Si lo logra, estará en una posición favorable para negociar una retribución justa por su toma de iniciativa.
Es fundamental saber poner de realce sus iniciativas. No se trata de ser arrogante, sino de conseguir el reconocimiento que se merece en caso de una toma de iniciativa exitosa. Por ejemplo, la entrevista anual es una cita formal que permite destacar sus iniciativas. Durante la preparación de la cita, tómese el tiempo de revisar sus correos electrónicos antiguos y seleccione los momentos o proyectos en que sus iniciativas resultaron fructuosas. Reconstituya de manera clara y precisa el problema que enfrentó y la manera en que lo solucionó. Además, mencione sus logros, por ejemplo, durante la pausa junto a la máquina de café o en reuniones de equipo. Las redes sociales profesionales o empresariales también son métodos de comunicación para sus iniciativas exitosas. Sin embargo, insistimos en que no se trata de promocionarse a sí mismo, sino de difundir una información que no se transmitirá necesariamente sin usted.
